Archivo de vivenda cn materiales renovables

EL BOHÍO DE NUESTROS CAMPOS

Posted in Artículos, Infografías with tags , , , , , , , , , , on 1 septiembre 2009 by cvilchesmonzon

Texto, fotos e infografías: Carolina Vilches

Bohío cubano

Bohío cubano

A pesar de que los aborígenes cubanos desaparecieron hace más de tres siglos, todavía se continúa construyendo las casas en que ellos habitaban. La razón es muy simple: no hay vivienda más apropiada a la campiña que el bohío.
Cuando en los años duros de la década del 90 las construcciones prácticamente se paralizaron, se escucharon términos para hablar de la vivienda tales como “económica” o “de bajo consumo” y se acudió a tecnologías supuestamente más ahorradoras, aunque no todas lo eran realmente. Y es que no hay recetas universales de lo poco costoso, para cada condición existente hay algo realmente apropiado, y el bohío lo es para nuestros campos, sin lugar a dudas.
Nuestro clima se caracteriza por ser caliente y húmedo. En el verano suben las temperaturas y nos asedian los aguaceros torrenciales. De ahí la forma del techo, bien inclinada, entre 45 y 60 grados, lo que garantiza el escurrimiento inmediato del agua de lluvia. Es importante el aporte ambiental del techo de guano. Cuando se calienta el aire dentro del bohío, sube y forma un colchón cerca del techo. En techos de lámina de asbesto o metal, ese aire no tiene forma de salir al exterior y se incrementa la temperatura del interior de la vivienda. Pero el techo de guano “respira” es decir, permite el intercambio de aire entre el interior y el exterior de la vivienda. El aire a mayor temperatura del interior se filtra entre las hojas del guano y sale al exterior refrescando la vivienda. Cuando en la casa guajira se prende el fogón de leña para hacer el primer café de la mañana, puede verse salir el humo por entre el guano del techo. De esa misma forma sale el aire caliente, aunque no se vea.

Bohío cubano.

Bohío cubano.

El mejor guano para la cubierta es el de “palma cana”, muy común en los terrenos sabanosos o cercanos a la costa. En nuestra provincia se puede encontrar en la zona de Manacas, y al Sur, hacia la Ciénaga. Es tradición guajira cortar este guano en la menguante de luna y colocarlo correctamente en el techo, con lo que puede durar hasta 30 o 40 años. Era frecuente que los arrieros fueran a las zonas donde abunda la palma cana y trajeran toda su arria cargada de ese producto para venderlo. De ahí que se llegara a medir esa mercancía con una unidad popular llamada “caballo de guano” es decir, la cantidad de guano que era capaz de transportar el caballo. El guano de palma real es de menor calidad y menos duradero pero tiene la ventaja de que esta palma es más frecuente en nuestros campos y puede reponerse con facilidad.
En la mayoría de los árboles, la parte más dura del tronco llamada “corazón” está ubicada en el centro del tronco y las capas sucesivas van siendo menos resistentes hacia la corteza o cáscara. Ocurre a la inversa en las palmas, el tronco está compuesto por una corteza exterior bastante dura y resistente a la intemperie. La parte del tronco llamada “tea de palma “de color oscuro y aspecto fibroso, es difícil de laborar ya que no admite ser penetrada por clavos. Pero barrenándola y colocándole tacos de madera, puede formarse con ella techos y paredes más duraderos que otros, pues es muy resistente a las cargas y además, es insensible al comején y la humedad.
Los techos de guano son siempre triangulares y por tanto muy resistentes al viento. Una forma usada tradicionalmente para proteger al bohío de los ciclones era anclarlo usando “retenidas” que seguían la misma forma del techo para formar un triangulo provisional ante la presencia del viento huracanado y después eran retiradas. Era común utilizar para estas estructuras provisionales sogas gruesas y resistentes, habitualmente empleadas en las carretas de bueyes.
Estos no son motivos para abogar por la construcción de este tipo de viviendas en las zonas urbanas. Traer de grandes distancias la materia prima necesaria, tan común en áreas rurales pero tan escasa en las ciudades, para insertarse en un paisaje que nada tiene que ver con su apariencia, resulta tan inadecuado como lo sería ahora levantar una comunidad agropecuaria en la montaña con grandes movimientos de tierra y pesadas estructuras prefabricadas.
El bohío ha demostrado que es capaz de resistir diluvios y ciclones, es fresco y agradable, y se construye totalmente con materias primas renovables y abundantes en las áreas rurales. Pero por encima de todo, es parte de nuestra tradición, y no debe ser olvidado.

PROCESO CONSTRUCTIVO

Se monta la estructura principal, comenzando por los horcones y parales, luego las llaves y las soleras, finalmente las tijeras y el zuncho.

Se monta la estructura principal, comenzando por los horcones y parales, luego las llaves y las soleras, finalmente las tijeras y el zuncho.

Después se completa la estructura del techo que soportará la cobija (guano). Se montan las viguetas y los cujes.

Después se completa la estructura del techo que soportará la cobija (guano). Se montan las viguetas y los cujes.

Se procede a cerrar la estructura con el entablado en las paredes y el guano en la cubierta.

Se procede a cerrar la estructura con el entablado en las paredes y el guano en la cubierta.

El caballete se hace con yagua de palma real, colocándose estas en una primera capa a lo largo del zuncho y luego, una segunda capa con yaguas transversales a esta. Se sellan los extremos y se sujeta esta estructura con cujes amarrados con ariques. de este modo se impide que el agua de lluvia entre por la parte superior de la cubierta.

El caballete se hace con yagua de palma real, colocándose estas en una primera capa a lo largo del zuncho y luego, una segunda capa con yaguas transversales a esta. Se sellan los extremos y se sujeta esta estructura con cujes amarrados con ariques. de este modo se impide que el agua de lluvia entre por la parte superior de la cubierta.

Las tablas obtenidas de la palma se colocan de abajo hacia arriba con una pequeña monta que impide el paso del agua y las visuales, barrenándose primero y clavándose después, para evitar rajaduras.

Las tablas obtenidas de la palma se colocan de abajo hacia arriba con una pequeña monta que impide el paso del agua y las visuales, barrenándose primero y clavándose después, para evitar rajaduras.

El guano de la cubierta se coloca en camadas alternas de abajo hacia arriba, amarrándose a los cujes con ariques. El arique se obtiene también de la palma real.

El guano de la cubierta se coloca en camadas alternas de abajo hacia arriba, amarrándose a los cujes con ariques. El arique se obtiene también de la palma real.

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